Lula Goce arte urbano

Lula Goce

Lula Goce nació en Galicia, España. Es licenciada en bellas artes, especializada en pintura. Más adelante se trasladó a Barcelona, ​​donde estudió un doctorado, un máster en creación artística y Diseño gráfico e Ilustración. Con todo este conocimiento no tardó en pasar de las galerías a los muros de la ciudad. Muchas de las obras de Lula las podemos encontrar en muros de gran formato, donde se integran a la perfección con el entorno urbano, a la vez que generan un diálogo con el público. Su talento ha llegado todo el mundo y ha sido expuesto en festival de renombre como: 501 SeeStreet en Nueva York, North West Walls en Bélgica, o Waterford Walls en Irlanda.

Eres gallega, pero fuiste a estudiar arte en Salamanca y luego te mudaste a Barcelona a estudiar un doctorado. Cuando llegaste a Barcelona, ¿qué fue lo que te llevó a adentrarte en el mundo del arte urbano?

Desde siempre me ha interesado la intervención urbana, tanto pintando como a un nivel más escultórico o de instalación. En Galicia ya pintaba en la calle y en Salamanca algunos de mis proyectos durante la carrera eran murales o “site specific” intervenciones de espacios públicos. Cuando llegué a Barcelona entré en un taller compartido en una nave industrial de Poblenou, dónde trabajábamos muchos artistas, allí organizábamos salidas exposiciones, eventos e intervenciones, además de salir a pintar en espacios abandonados, que eran muchos en la zona, como fábricas en desuso y ruinas de edificios. También realicé proyectos conjuntos con Hangar e intervenciones murales en centros de arte como Santa Mónica o el CCB, cualquier excusa era buena para intervenir el espacio con rotuladores o pintura. Viendo hacia atrás en mi trayectoria creo que todo surgió de una manera natural y paulatina, poco a poco ha ido creciendo y transformándose, pero siempre ha estado allí el tema de intervenir el espacio público.

Pintar en la calle implica tener una relación directa con el entorno y sus habitantes. ¿Cómo suele reaccionar la gente al ver tus obras de gran formato que inundan el espacio público? ¿Qué es lo que más te atrae a la hora de interactuar con el público en la calle?

Hay reacciones de todo tipo, pero siempre positivas. Al principio la gente está más expectativa, sin saber qué está ocurriendo y un poco curiosa. Poco a poco según va creciendo el mural comienzan a acercarse y a interactuar, y cuándo ya lo ven casi terminado todos me felicitan, dan ánimos y se acercan a dar la enhorabuena y expresar su emoción. Es muy gratificante porque te das cuenta del efecto positivo que se produce en el entorno y la gente que lo habita.

Tus obras están marcadas por un estilo figurativo muy característico, ¿cuáles son tus fuentes inspiración? ¿Hay una vinculación hay entre los personajes a los que pintas y tu experiencia personal?

Mis fuentes de inspiración van desde la pintura clásica del barroco y el manierismo hasta pintores y escultores actuales, pasando por el diseño gráfico y la ilustración. Creo que hoy en día las fuentes están muy mezcladas, y con la contaminación visual que tenemos actualmente es difícil centrarte en una inspiración en concreto,

¿Nos podrías explicar qué proceso de creación sigues a la hora de producir tus obras?

Trabajo el boceto a partir de un trabajo digital, suelo partir de mis propias imágenes o en algunos casos extraigo imágenes de internet o amigos y después hago mis collages, entre procrearte, illustrator y photoshop. retoco, recorto, dibujo encima… Si son trabajos para un muro suelo trabajar el diseño directamente sobre una foto del entorno, de manera que a la hora de componer tengo en cuenta el espacio, los elementos, colores y luces del entorno, y todo forma parte de la obra. Después llegar al muro y pintar, primero encajo el boceto y después pinto, con pintura plástica y spray en algunos puntos.

¿De las técnicas que dominas, como son la pintura, la ilustración o el muralismo, por qué crees que has destacado tanto en esta última?

No sabría decir por qué, creo que es un compendio de todo lo dicho antes, me siento muy a gusto trabajando con el espacio público, y siempre ha sido así. Creo que todo ha venido de una manera muy natural y supongo que también lo hago bien 😉

Has realizado murales por todo el mundo, participado en festivales internacionales y expuesto tus obras en museos e instituciones de arte. ¿Qué proyecto o proyectos han sido más desafiantes como artista?

Creo que cada proyecto es un reto en sí mismo. Hay barrios dónde es más sencillo y cómodo pintar y otros dónde se complica, por muchos motivos, por el barrio, por la gente, por el tráfico, por el edificio… Si tuviese que destacar un par serían el primer gran formato que pinté en NWW, en Bélgica en 2015, por el tamaño, eran 6 plantas, y el manejo de la grúa, y el segundo en Azerbaijan, por el choque cultural, y lo que suponía estar en un país musulmán pintando, que aunque laico no estaban acostumbrados a ver a una mujer en shorts subida a una grúa pintando con rodillos. Hubo momentos un poco estresantes, pero como experiencias fueron super!

En 2018 produjiste un mural de gran formato al marco del proyecto Womart, comisariado por la entidad cultural Rebobinart. ¿Cómo fue tu experiencia en ese proyecto?

Fue una experiencia muy positiva, tanto por el hecho de trabajar con Rebobinart como el contenido del proyecto y por el lugar. Tengo un cariño especial a Catalunya, por haber vivido en El Prat y Barcelona durante 12 años. Para mi volver a Barcelona, que ha sido un lugar clave de mi formación artística lo vivo con mucho cariño. Por otro lado Vilanova es un lugar super bonito y la gente desde el primer día fue fantástica.

Si bien el feminismo está muy latente actualmente, todavía hoy existen vacíos en la igualdad de género en el sector artístico. ¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer artista en un sector tan masculinizado como el del arte urbano? ¿Crees que ha habido un cambio en los últimos años y que las mujeres han empezado a tener más presencia en este sector?

Creo que en cualquier ámbito artístico las mujeres no están muy visibilizadas. Hay bastantes mujeres que trabajan en un entorno urbano, pero siempre parece haber más hombres por encima, es como una sensación de que por mucho que te esfuerces nunca llegas. Aunque la sensación está ahí creo que trabajar es lo mejor que se puede hacer para romper estos tópicos y chips mentales. Lo bueno del arte urbano a diferencia del arte de galería es que una vez entras en el circuito la aclamación es pública, es un arte popular dónde los canales de difusión difieren de los estandarizados y eso es muy positivo. Es la gente de a pie la que te promueve, y gracias a ellos llegamos a los medios convencionales, que en última instancia se hacen eco de lo que sucede.

Para terminar, ¿nos sabrías decir algo positivo y algo negativo del arte urbano?

Positivo creo que todo, me parece fantástico poder llegar así a la gente y envolverte del lugar mientras creas la pieza. Como negativo diría las inclemencias del tiempo.