Irene López León

Irene López León (L’Hospitalet de Llobregat, 1984), una artista a la que podemos reconocer por su estilo en el que pinta paisajes imperfectos para alterar las percepciones del entorno, adaptándose a diferentes superficies.

Se adentra en el mundo del arte mediante la pintura y trabajando en sus inicios de paleta y pintor en la construcción de un Hostal en Kuala Lumpur (Malasia) durante un viaje con mochila. Allí fue donde tomó la decisión de cambiar el rodillo y la brocha gorda por el pincel:

«Mientras yo rascaba paredes y ponía masilla en las grietas, otra chica pintaba increíbles y cómodos murales, así que en lugar de quedarme rompiéndome la espalda, decidí cambiar el rodillo por el estilizado pincel y poder descubrí lo que más amo en el mundo. Desde entonces, nunca paré.»

Su obra se nutre de colores vivos y vibrantes que pretenden resaltar el entorno urbano y la composición de estilo realista refuerza la importancia de darle valor a los elementos de la natura que nos rodean.

Tu obra como artista muralista tiene tonos eclécticos y kawaii, con tonos muy saturados y con la apropiación de muchos elementos y personajes de la cultura pop. Para empezar, ¿podrías explicarnos un poco cómo dialogan los universos de los medios de masas con tus intervenciones murales en espacio público?

A pesar de los elementos que se puedan encontrar en mis pinturas, mi trabajo principal es de color y composición.  Me encanta trabajar con la vibración del color y con las formas. Es la parte abstracta de mi trabajo y lo que tienen en común todas mis pinturas.  Tengo diferentes estilos de trabajo que van en función del entorno donde se encuentren.

Normalmente mi trabajo en pared tiene que ver con el medio natural. Son composiciones formadas por elementos naturales de estilo figurativo en medio de un “paisaje” de formas y colores. Suelo trabajar este tipo de pintura en el espacio público como homenaje a la naturaleza,  destacando esos elementos tan pequeños en grandes dimensiones. No tengo pretensiones de llevar un mensaje activista ni mucho menos,  pero creo que es importante destacar la belleza natural y la importancia que tiene para todos. Además,  es la obra de arte más grande que existe.

Los elementos y personajes de la cultura pop de los que hablas, son los que forman mi trabajo en lienzo (aunque no descarto hacerlos en pared en el futuro).  Son un guiño a los clásicos, como pueden ser los  jarrones del barroco o a los cuadros que podrían tener tus abuelitos en casa.  La iconografía es lo que sustituye a los arreglos florales. La intencionalidad es “darle una vuelta” a través de los iconos y el color.

Recientemente, el filósofo Simon May ha argumentado que nos encontramos ante la invasión de lo ‘cuqui’, un patrón estético de personajes o objetos adorables que nos despiertan empatía y ternura por sus colores y tamaño abrazable. ¿Crees que lo ‘cuqui’ es una estética que define nuestro presente? ¿Hasta qué punto consideras que tu estilo se inscribe en esta tendencia?

No sé si lo ‘cuqui’ define nuestro presente, pero lo que está claro es que ha formado y forma parte de nuestro crecimiento y desarrollo creativo. Nuestra generación ha crecido con este tipo de iconos, ya sea en películas de animación, series de televisión, comics, marcas comerciales, etc. Por lo que para muchos es un punto de referencia artística.

No estoy segura si mi estilo cumple esta tendencia ya que la iconografía que utilizo no es mía sino de otros creadores. Por lo que no podría atribuirme  esa etiqueta.

 

Los murales que produces combinan composiciones formales casi clásicas con formas redondas y suaves, colores saturados y chillones. Sin embargo, los ejecutas en formatos muy distintos. ¿Qué retos has afrontado al realizar este tipo de diseños a gran formato?

El gran formato  es un reto por sí solo, básicamente por que tienes que hacer los mismo que dibujas en un papel pero en un tamaño muchísimo más grande que tu, pero con esto, al final,  todos utilizamos nuestras técnicas de escalar tamaños.  Mi gran reto ha sido tener que pintar en altura conduciendo yo misma una grúa, (repito): conduciendo yo. Es algo que nunca me hubiera imaginado.

A parte de los elementos más pop, utilizas motivos florales y animales en diferentes variaciones que has incorporado por ejemplo en el mural artístico de gran formato, ubicado en el barrio del Pla del Bonaire, en el proyecto Terrassa Walls. ¿Qué efecto buscabas con una composición salvaje y con colores vivos en medio de un entorno urbano?

La intervención de Pla del Bonaire es principalmente una composición de elementos propios del espacio natural, como son las flores y los insectos. Es de nuevo, un homenaje a la naturaleza, a sus colores y sus formas. Me gusta mucho poder representar elementos tan pequeños en escalas tan grandes. Generalmente en mis intervenciones, no hay espacio sin color. Suelo rellenar toda la superficie, pero en este caso, mi trabajo de color, lo quise hacer con los diferentes arreglos florales, ya que son la pigmentación original de las flores.

 

¿Crees que desarrollar un estilo más realista permite que la ciudadanía empatice más con el mural y se sienta más interpelada?

Creo que el estilo realista se entiende de forma más rápida, pero ese, no tiene por qué ser siempre el objetivo principal de una intervención mural.  Si nos quedamos con esto, únicamente se harían pinturas “que sean entendidas”, y se descartaran estilos tan interesantes, como es el abstracto. En mi opinión, también se trata de acercar el arte contemporáneo en todas sus formas y dar lugar a todo tipo de estilos, en caso contrario, es limitante tanto para el artista como para el ciudadano.

A nivel más global y desde una perspectiva de género, ¿te identificas como una artista muralista mujer*? ¿A qué retos crees que se enfrentan las mujeres* en el campo androcéntrico del arte urbano? ¿Consideras que existe aún un techo de cristal y una dificultad de reconocimiento para artistas que no cumplan con la identidad de género y la orientación sexual normativas?

Me identifico como una artista muralista. Siento que la palabra mujer está añadida de más. Es lo mismo que si me preguntas por mi estado civil. Son cosas no relevantes para la ejecución de un mural, así que no debería de ser un factor a tener en cuenta.

La cosa es que sí importa. Es una pregunta que a una persona de género masculino no se la harían… ¿te consideras un artista muralista hombre? ¿no tiene sentido, no? Cada vez que se menciona algo así, me siento como si se nos metiera en una categoría diferente, la categoría de “mujeres” como si fuesen los juegos Paralímpicos.  No se les llama “Festivales de arte urbano Masculino” a los que se componen únicamente por hombres (que los hay).  Son festivales de Arte Urbano y ya. Siento en muchas ocasiones, que tengo que demostrar más.

Soy consciente de las buenas intenciones y “esfuerzos” (y es feo que diga esfuerzos), que hacen muchas organizaciones, entidades culturales, empresas privadas, curadores, galerías, etc.  dedicadas al mundo del arte, por tener en consideración la paridad de género,  pero no es suficiente únicamente con incorporar a artistas femeninas a la cantera. Hace falta también tener acceso a  los proyectos “Gordos” con su correspondiente buena remuneración. “Arriba del todo” aún hay menos.

Finalmente, ¿quieres compartir algún proyecto actual? ¿Cuáles son tus horizontes futuros como artista?

Vengo de un periodo de mucho viaje y mucho mural. Ahora me toca trabajo de estudio. Tengo que pintar cuadros para un par de exposiciones y algunos encargos pendientes.

Horizontes… Me gustaría poder decir…  Mama, que tú quieres que te lo compro.