El dragón de la plaza de Les Glòries

La Plaça de les Glòries ha sido nuestra base de trabajo durante el mes de marzo de 2015. Tenemos ante nuestro un proyecto donde la colaboración con diferentes entidades públicas y privadas y la participación ciudadana han sido los dos ejes principales sobre los cuales se ha levantado un proyecto que ha dejado su huella en el hábitat de la ciudad y en uso que hacen los barceloneses.

Las bases del proyecto están creadas bajo el parámetro de provisionalidad, a razón de los cambios que sufrirá la rotonda de Les Glòries desde ahora hasta 2019 para las remodelaciones de la Gran Via. El objetivo era conseguir un espacio lúdico y cívico en la rotonda, espacio caracterizado por el color gris, que no deja dudas del proceso de construcción que ha sufrido esta zona. El proyecto a juntado a profesionales de distintos sectores y todos hemos formado parte de este resultado tan gratificante.

Los agentes implicados han sido el Ayuntamiento de Barcelona que desde el departamento de Habitat Urbano ha llevado a término la resignificación del espacio, la urbanización de una localización sin uso dentro del panorama de Barcelona. 8 escuelas de Barcelona han participado en el diseño de la ilustración mediante un proceso participativo durante todo el curso lectivo, decidiendo cuál sería la temática que ocuparía el espacio, por otro lado, un equipo de arquitectos ha coordinado la consecución de la acción a la banda sur de la plaza, y, por último, Rebobinart ha sido el encargado de la materialización de la obra y de la producción.

La acción tiene un hilo conductor participativo y colaborativo, donde la ciudadanía activa tiene el rol principal, donde la voz de los niños se ha superpuesto al hábitat urbano. El hábitat de una ciudad está compuesto por sus edificios, planos y formas en general que tienen una influencia directa sobre las personas, en este caso, ha dejado de ser el influenciador para ser el influenciado. Las necesidades y la emoción de la ciudadanía son las que se han plasmado en su forma, siendo la ciudadanía la mente creativa y creadora. Además, la producción final de la obra ha sido realizada por artistas urbanos locales, que tienen una vivencia directa en la ciudad y los cuales forman parte del tejido artístico urbano en Barcelona.

Podemos decir que la ciudadanía ha transformado la realidad social de la plaça de les Glòries, transformándola mediante un material tan sencillo como la pintura. El arte, ha sido el agente catalizador de la transformación del hábitat urbano y los cambios culturales y sociales que vive la sociedad del siglo XXI.